Octubre 20 de 2020 - La Traición de Roma
Terminar esta maravillosa trilogía de Africanus me dejó dos sin sabores. Primero, terminar una gran historia me deja siempre un gran vacío, es como si me despidiera de un buen amigo con el que he compartido unas maravillosas aventuras. Segundo, es que me doy cuenta que a través de la historia tristemente los malos gobiernos pueden opacar las proezas de sus héroes, lo peor es que siglo tras siglo se repite una y otra vez, parece que no aprendemos de los errores del pasado.

Debo hacer una aclaración, yo leí estas trilogías de Posteguillo tal y como me fueron llegando en su momento de acuerdo a las circunstancias, no los leí en el orden correcto. Así que si se animan a leerlos, el orden adecuado sería iniciar con la trilogía de Escipión (Africanus, Las Legiones Malditas, La Traición de Roma) y seguir con la de Trajano (Los Asesinos del Emperador, Circo Máximo, La Legión Perdida).
La novela comienza con Escipión regresando a Roma como un héroe victorioso después de haber expulsado a los Cartagineses de Hispania. Sin embargo, su plan definitivo es aún más audaz: llevar la guerra al corazón del territorio enemigo, invadiendo el norte de África. A pesar de la oposición de sus rivales políticos en el Senado romano, Escipión logra el mando del ejército para su misión más crucial.

El clímax militar del libro es la Batalla de Zama, un legendario enfrentamiento entre los dos genios militares de la antigüedad: Escipión y su eterno rival, Aníbal. La novela narra con gran detalle esta batalla decisiva que selló el destino de la Segunda Guerra Púnica. Sin embargo, la "traición" del título no se refiere a la guerra, sino al amargo final de la vida de Escipión. A pesar de su monumental victoria, al regresar a Roma es atacado por sus enemigos políticos, liderados por Catón el Viejo, quien no puede tolerar su popularidad y poder. El libro relata el drama legal y político al que Escipión se enfrenta, un final injusto para un héroe.

Publio Cornelio Escipión se da cuenta que sus mayores enemigos y más desleales no se encuentran en el campo de batalla sino en su propio Senado. No hay nada peor que la envidia y la ingratitud. En la lógica del Senado, nadie puede estar por encima de la República, prefieren destruirlo antes de reconocer su grandeza.
Aníbal Barca por su parte no está en mejores condiciones, los suyos le dan la espalda; quizás se podría pensar, bueno perdió la guerra y sería lógico que no tuviera muchos seguidores en su Senado, solo vieron la derrota, fueron incapaces de reconocer el increíble general que era y de que hasta ese momento había sido el único que hizo temblar de miedo a una poderosa Roma, solo la historia demostraría que llegó a ser el único en lograrlo.
Yo lo llamaría miopía política en ambos casos.

Diálogos o Frases:
- “Roma no perdona a quien la hace demasiado grande.”
- “La traición no viene del enemigo que enfrentamos, sino del amigo que nos teme.”
- “¿De qué sirve la gloria si los tuyos te abandonan?”
– “Sirve para que el mundo recuerde tu nombre, Publio.” - “He perdido mi patria, pero no mi ingenio. Roma aún me teme.”
- “La victoria no trae paz; solo cambia los nombres de los enemigos.”
- “Yo os di la victoria en Zama, y vosotros me dais el destierro.”
- “Africanus fue el héroe que salvó a Roma, pero Roma no quiso salvarlo a él.”

- “En unos de los encuentros épicos de la historia (dos de los más grandes generales de todos los tiempos) – Publio Cornelio Escipión pregunta a Aníbal Barca ¿Quién consideras que ha sido el mejor general de todos los tiempos? Aníbal sin dudarlo un segundo le responde: -Alejandro Magno. Respuesta donde claramente los dos están de acuerdo; a lo que pregunta de nuevo Escipión ¿y el segundo? De nuevo sin dudarlo Aníbal responde: ¡Yo, por supuesto! A lo que Escipión en su ego herido al no darle un reconocimiento, le responde: Yo te vencí en la guerra de Zama. Aníbal sonríe y responde: De no haberme vencido, yo estaría por delante de Alejandro Magno”.
- “La vida es misteriosa, los dioses caprichosos y nosotros inconstantes.”
- “El orgullo y los halagos con frecuencia nublan nuestra razón.”
- “Quien no teme a Aníbal, es porque aún no lo conoce; pero quien confía en Roma, ya está vencido”.
Las fotografías son tomadas en las montañas del Valle del Cauca – Colombia. Durante muchos años he hecho senderismo de montaña, actividad que me ha llevado a conocer cientos de lugares mágicos. Aquí les comparto algunas de estas increíbles cascadas.

Cascada El Alemán: Cerca a Villa Carmelo, Valle del Cauca, es de una exigencia baja media, no hay nada que comer en el sitio así que ir equipado de unos buenos snacks.
Cascada Pichindé - Charco azul: Parque Nacional de los Farallones, Valle del Cauca, exigencia media, como en el caso anterior también llevar snacks y un buen café.
Cascada Manto de la Virgen: Reserva natural del Valle del Cauca, vía Dagua vereda El Queremal. Llevar snacks y buena hidratación ya que es una ruta de exigencia media alta, especialmente el regreso.
Cascada sector Chorrera el Indio: No recuerdo como se llama exactamente esta cascada, se que llegas primero a la cascada La Chorrera del Indio y sigues más o menos dos kilómetros montaña arriba. La primera vez que fui a este lugar fui obligada, mi amiga con la que estaba haciendo una ruta de bicicleta me dijo "vamos que quiero que conozcas un lugar". Yo ya estaba sin piernas de la ruta, pero aún así le seguí la corriente, eso sí, durante los dos kilómetros la insulté, le dije estás loca, eres una incomprensible, no vuelvo a salir contigo en ruta, en fin, mil cosas más... pero cuando llegamos le dije, gracias por obligarme a subir, ¡valió la pena! Muy poca gente suele llegar a este lugar así que usualmente esta sola y tranquila. ¡Perfecta!

Cascada La Reina: Es de exigencia media alta (en especial los últimos kilómetros). Perdí la cuenta de cuantas veces visité este lugar, he ido muchas veces y seguiré yendo mientras pueda hacerlo por muchas razones. Es una zona bellísima rodeada de bosques y una fauna extraordinaria, su cascada de aguas heladas te alinea todos los chacras que tengas por ahí desalineados, pero lo mejor es llegar y que don Carlos te reciba con un regaño por todo, porque no habías vuelto, porque todo está muy caro, porque la gente no valora es nada en la vida, bastante regañón; pero uno se le aguanta el regaño porque te prepara el mejor desayuno que te puedas comer en toda la semana.

Chocolate con queso, huevos al gusto, arepa recién horneada y calentado de frijoles. Y por supuesto, un delicioso café, de esos que solo te puedes tomar de forma tradicional en las fincas. Eso sí, lleven plata porque don Carlos cobra por todo, incluyendo la entrada a la cascada y claramente, el rico desayuno.

- Año de Publicación en el 2009
- Libro: La Traición de Roma
- Escritor: Santiago Posteguillo.
- Género literario: Novela Histórica
- Editorial: Ediciones B