Enero 22 de 2022 - Las Tinieblas y el Alba - Ken Follett
Muy seguramente todos en algún momento de la vida, han tenido que esperar largos años a que su director favorito estrene alguna película nueva, o que haya una siguiente temporada de esa increíble serie que llevan viendo durante años. Si es asi, van a entender mi emoción al enterarme de que Ken Follett había escrito la precuela de "Los Pilares de la Tierra".
Mi espera fue más o menos de 15 años, antes de que Follett decidiera escribir sobre cómo inició toda la historia de dicho libro (cabe aclarar que para mí, Los Pilares de la Tierra, sino es el mejor, está en el top de los mejores libros de novela histórica que jamás me he leído). Recuerdo como si no hubieran pasado tantos años desde entonces, que este libro fue mi record de lectura, teniendo mas de 1ooo páginas (y yo con escasos 18 años) lo leí en menos de 8 días. "Me lo devoré" como solemos decir coloquialmente. Con los años he aprendido a dosificar y disfrutar más de ellos. Soy de las que crea una conexión con los personajes, así que con el tiempo he aprendido a disfrutar el inicio, el desenlace y final de cada historia, voy paso a paso absorbiéndolos. Supongo que la paciencia de ir apreciando el momento solo llega con los años.

Con este libro me tomaría mi tiempo. Si tuve paciencia para esperarlo, tendría toda la paciencia para disfrutarlo como debía de ser… así que manos a la obra con esta aventura, por supuesto con toda la emoción de un niño jugando con su juguete nuevo de navidad.
La historia nos transporta al corazón de lo que pronto será Inglaterra, comenzando en el año 997 d.C., una época definida por el caos, la ausencia de una ley central fuerte y el terror constante de las incursiones vikingas.
Tres personajes principales, un constructor inglés, una noble normanda y un monje idealista se ven entrelazados en una trama de luchas de poder, ambición, violencia y esperanza por un futuro diferente. La historia refleja la brutalidad de la época, pero también la fuerza de la visión, la justicia y la capacidad humana de construir un mundo mejor, piedra sobre piedra.

La novela comienza con un acto de profunda injusticia que marca el destino de todos. El joven noble Edgar, un talentoso constructor de barcos que vive en un tranquilo pueblo costero, es testigo de la brutalidad de su tiempo. Forzado al exilio y despojado de sus medios de vida, Edgar debe migrar hacia el interior en busca de seguridad y trabajo, llevando consigo solo su ingenio como artesano.
Paralelamente, conocemos a Ragna, una joven noble de la región de Normandía, un lugar que comienza a organizarse bajo leyes más estrictas. Ragna viaja a Inglaterra para contraer matrimonio con Wilwulf (gobernador local). Ella se convierte en una voz solitaria que clama por justicia y legalidad, chocando constantemente con la mezquindad de su esposo y su familia.

El tercer pilar de la historia es el monje Aldred, un hombre idealista que reside en un modesto monasterio en Dreng's Ferry. Aldred sueña con transformar su abadía, actualmente insignificante, en un centro de cultura y conocimiento que rivalice con los grandes monasterios de Europa. Sin embargo, sus planes y su moralidad se encuentran directamente enfrentados al principal antagonista de la novela: el obispo Wynnstan, un hombre que utiliza su posición eclesiástica no para servir a Dios, sino para enriquecerse, manipular tierras y ejercer un poder despiadado.
Los caminos de Edgar, Ragna y Aldred convergen en su oposición a la opresión de Wynnstan y Wilwulf, quienes controlan la única ruta terrestre y el puerto, exprimiendo al pueblo con impuestos y corrupción. Cada uno de ellos representa, respectivamente, el ingenio del constructor, la visión de la ley y la ambición espiritual que son necesarias para sentar las bases.

El desenlace establece que las semillas de la prosperidad y la organización cívica han sido sembradas en ese pequeño asentamiento. Ellos logran asegurar que Dreng's Ferry se convierta en un lugar con potencial comercial y espiritual, sentando así los cimientos físicos e ideológicos del futuro Kingsbridge, la ciudad que florecerá siglos después en la saga principal de Follett, gracias al esfuerzo y la resiliencia de quienes se negaron a sucumbir ante la oscuridad de su época.
Fue realmente muy emocionante leer como inicia todo, te recrea con lujo de detalles todos los momentos y el contexto de cada uno ellos, con unos diálogos increíbles. Conectas y te identificas inmediatamente con los personajes. Realmente valió la espera.
Mentiría si digo que sentí exactamente las mismas emociones y sensaciones que con Los Pilares de la Tierra, no, creo que hay conexiones que son muy difíciles de replicar, pero lo que sí puedo decir, es que un excelente libro muy bien escrito, que me trajo muy bellos recuerdos y me ratifica lo maravilloso de mi buen hábito de leer novela histórica, un hábito que sigue llevando mi mente a lugares inimaginables, muchos de los cuales espero recorrer algún día.

Diálogos o Frases:
- “La oscuridad es más fuerte cuando está a punto de terminar”.
- “Construir no es solo levantar muros, es imaginar un futuro que otros aún no pueden ver”.
- “El conocimiento es la luz que atraviesa las tinieblas”.
- “Toda catedral, todo puente y toda sociedad nacen primero como un sueño, incluso en los tiempos más oscuros”.
- “Un hombre es tan bueno como palabra”.
- “La esperanza es la única cosa que nos hace levantarnos después de haber caído”.
- "La fe es una cosa, y el poder de la Iglesia es otra bien distinta. El primero salva el alma, el segundo destruye vidas".
- "Una mujer tiene que ser más inteligente y tres veces más rápida que un hombre solo para conseguir el mismo respeto".
- "Los vikingos solo toman lo que ven. El noble toma lo que ve y lo que vendrá después".

- “En tiempos oscuros, incluso una chispa puede encender una revolución”.
- “Hay silencios que gritan más fuerte que cualquier palabra”.
- “Aldred soñaba con un mundo donde el conocimiento fuera más fuerte que la espada”.
Este maravilloso escritor no sólo sembró la semilla en mí de este género, sino que logró algo más que me ha acompañado toda la vida. Es una total fijación y fascinación por las Iglesias y Catedrales, por su arquitectura, su historia, por cómo su población o ciudad creció alrededor de ellas. Hoy quiero compartir en este post dos Catedrales construidas en dos lugares bastantes remotos el uno del otro, pero las dos construidas de una forma absolutamente extraordinaria.
Catedral de Colonia (Kölner Dom): se encuentra en el estado de Renania del Norte-Westfalia, Alemania. Actualmente es el monumento más visitado del país.
La primera piedra se colocó el 15 de agosto de 1248 y se finalizó oficialmente en 1880. Para ese entonces fue el edificio más alto del mundo.
A pesar de que la ciudad de Colonia fue arrasada por los bombardeos aliados en la segunda guerra mundial (el 90% de la ciudad quedó destruida), la Catedral logró sobrevivir, aunque recibió 14 impactos de bomba.

Alberga el Relicario de los Reyes Magos, una reliquia traída a Colonia en 1164 por Federico I Barbarroja. El motivo por el cual se construye la catedral es para custodiar y proteger dichos objetos.
Todas las grandes Catedrales de Europa siempre están abarrotadas de cientos de personas, así que no suele haber tranquilidad, se han convertido más en museos de arte religioso, que sitios espirituales para orar en serenidad. Pero esta Catedral tiene especial, algo extraordinario sientes cuando entra y empiezas su recorrido. Cuando la visité era invierno, a lo mejor eso ayudó en parte a la paz que había en ese momento y la poca gente que la visitaba por esos días (algo realmente inusual en este tipo de lugares). Estar allí no solo es evidenciar la inmensidad de su ingeniería, es admirar esa fuerza de crear lugares para elevar el espíritu, estar frente el cristo colgado fue algo ¡Sublime! Fue como sentir su presencia en este lugar.

Catedral de Sal de Zipaquirá: Se encuentra localizada en Cundinamarca, Colombia. Considerada la primera maravilla de Colombia, no es una catedral tradicional, pues fue construida completamente dentro de una mina de sal activa.
Su construcción inició en 1950 y fue inaugurada en 1954. Fue cerrada en 1990 por las autoridades, debido a la inminente amenaza de colapso estructural.
En 1991 el Arquitecto Roswell Garavito Pearl inicia la nueva construcción y su fecha de apertura fue 16 de diciembre de 1995.
Se encuentra a 60 metros por debajo de la ubicación de la primera catedral, y a unos 180 metros bajo la superficie.
La Catedral de Sal no es una catedral en el sentido canónico (no es la sede de un obispo), sino un templo y santuario.
Está construida y esculpida completamente en halita (sal roca). El brillo, los colores y las texturas que se ven son naturales del mineral.
Quizá al visitar La Catedral de Sal de Zipaquirá no sientas tal espiritualidad cómo en Colonia, no, pero lo que sí sientes y admiras es la asombrosa hazaña de ingeniería que se logra en este lugar, me atrevería decir que único en el mundo, o al menos yo no conozco de otra Catedral construida completamente en roca de sal y 180 metros bajo tierra.

- Año de Publicación: 2020
- Libro: Las Tinieblas y el Alba
- Escritor: Ken Follett
- Género Literario: Novela Histórica
- Editorial: Plaza & Janés